viernes, 25 de noviembre de 2011

En mí y conmigo

Hasta luego mama.

Te vas. A conocer el gran misterio de la vida, a explorar lo desconocido para todos los que nos quedamos, aquello que nos inquieta desde la noche de los tiempos, cuando la chispa de la conciencia le hizo preguntarse a alguien por primera vez "¿Qué hay después?".

Llegará mi hora, tarde o temprano, y haré el viaje que ahora no puedo hacer contigo, pero antes tengo que vivir la vida que tú me diste. Sé que lo entiendes, sé que eso es lo que quieres para mí. Me lo has dicho antes de irte. Lo haré lo mejor que pueda.

No tengas miedo. Te llevas todo nuestro amor y nuestros mejores deseos, pero no puedo hablar de lo que te espera, nadie puede, si acaso solo te puedo decir "espérame". Iré. Iremos. Todos nosotros.

Para mí, para los que te queremos, esta noche y todas las que vengan serán mucho más oscuras, pero seremos valientes como tú lo has sido hasta el final, porque no te has ido del todo, nunca te irás mientras nos quede aliento. Sigues con nosotros. Sigues en mí y conmigo.

Estás conmigo cuando cruzo la calle (y cuando compruebo que no me han echado nada en la copa), cuando leo un libro (como el "crónicas marcianas" que tanto te gustaba), cuando veo una peli (y te oigo preguntar si acaba bien), cuando voy a tu casa, cuando paso miedo en el coche, cuando veo una araña (y me hacen los pies "así"), cuando me apasiona una charla, cuando me preocupo por los demás, cuando me levanto, cuando me acuesto, cuando sueño, mientras vivo...

Estás en mí en cada una de mis células, en los genes que me diste con el papa, en los 30 años de amor materno que me has dado, en la persona que soy. Estás en mis miedos, en mis gestos, en mis gustos, en mi risa, en mi llanto, en mis costumbres, en mi educación, en mi pensamiento, en mi forma de ser, en mi recuerdo y en mi corazón. En todo mi ser, en mayor o menor medida, siempre te llevo conmigo.

Ha sido una suerte haberte tenido, echaremos mucho de menos tu compañía. Solo espero estar a tu altura de madre como hijo.

Besos, te quiero.

5 comentarios:

Jordi dijo...

Gran mujer, gran persona y gran madre!!Siempre estará contigo y con los tuyos. Dani, te conozco desde hace muchos muchos años, sé que estarás a su altura y ella también lo sabe por eso se ha ido tranquila.

Ánimo Dani y familia, yo (nosotros) estamos aquí para lo que necesitéis!Un abrazo enorme

Sonia dijo...

¡Qué bonito, Dani! Ten por seguro de que tu madre estará siempre en ti, y a través de ti y tu familia, en el resto del mundo. Muchos ánimos para ti y los tuyos!

Manu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alejandra dijo...

Que ternura más bonita en tus palabras. Las madres son nuestras maestras y sus lecciones y consejos perpetúan a lo largo de nuestra vida. Por eso se les quiere tanto. No tuve la suerte de poder conocerla como todos vosotros, pero viendo la gran persona que eres, Dani, puedo saber que era una grandísima maestra y lo seguirá siendo en tu recuerdo, tus acciones y decisiones a lo largo de tu vida.

Estamos a tu lado. Mucha fuerza para toda tu familia.

Delosretos dijo...

Muchas gracias AMIG@S con mayúsculas!!

Gracias es una palabra que se queda muy corta, os quiero cabrones/as!!

(Esto es como pa invitarme a unas birras, no? :P)