jueves, 16 de febrero de 2012

¿Hasta cuándo?

Hubo un tiempo en el que parecía que siempre íbamos a más, y nos llegamos a pensar que esa dinámica de prosperidad no iba a cambiar nunca. En nuestras sociedades occidentales, que creíamos desarrolladas (nos llamábamos “el primer mundo”), casi todos nosotros íbamos siempre a mejor, al menos materialmente hablando (los problemas mentales y sociales cada vez más graves y complejos, dan para un libro, pero eso es otro tema). Cada vez teníamos una tele más grande, más ropa fashion, más tiempo de ocio, un móvil más moderno, un ordenador más potente, más dinero para gastar en cines, viajes, restaurantes, discotecas…

Nuestros progenitores se lo curraron. Habían trabajado de sol a sol, de lunes a domingo, arrancando poco a poco mejores condiciones laborales a los empresarios, a base de lucha y esfuerzo. No fue fácil ni sencillo, tampoco fue rápido. Consiguieron menos horas de trabajo, mejores salarios, condiciones más dignas, más y mejores derechos laborales, medidas de seguridad, prestaciones de baja, jubilaciones, horarios flexibles… mientras duró la bonanza, fuimos dando pasos sin precedentes hacia la mejora laboral. Saliendo a la calle, protestando y luchando por ellos, pero se consiguieron.

Y entonces, llegó la crisis. Todos conocimos palabras nuevas, conceptos nunca antes vistos (al menos por la masa, entre la que me incluyo). Burbujas inmobiliarias, hipotecas ninja, participaciones preferentes, agencias de calificación, ratings, tests de estrés de las entidades financieras… y mil cosas más de las que ahora se hablan a diario en informativos y periódicos y que antes, la gran mayoría de los mortales, ni conocíamos. ¿Solución? Ninguna, pero solo sé que soltaron pasta gansa (nuestra, de nuestros impuestos) para que los bancos no se fueran por donde amargan los pepinos. Mientras ellos se siguen dedicando a desahuciar y malmeter tanto como pueden . En mi pueblo a eso se le llama “huir hacia delante” o “meter la mierda debajo de la alfombra”.

Y todo esto, la puta crisis, ha dado pie a que, un gobierno “socialista”, presentara una reforma laboral donde se recortaban, de un plumazo y por vez primera en la historia de la falsa democracia en la que vivimos, los derechos de los trabajadores. No contentos con esto, el nuevo gobierno de derechas y con una flamante y flagrante mayoría abolut(ista)a, da la puntilla con una nueva reforma, mucho más basta, en la que las empresas pueden jugar al Angry Birds con nuestras cabezas sin pudor ninguno. Poco importa que se quejen los juristas o “las abuelas que dicen uuuuh”, hay que recortar, hay que ser austeros, hay que ahorrar, reducir déficit público, desinvertir en educación, sanidad, I+D… su puta madre!!

¿Es que con los sueldos que cobraban, y cobran, los dirigentes nadie lo vio venir? ¿Acaso no están suficientemente preparados? ¿No será que no se han metido en política por vocación de servir al pueblo, sino a su bolsillo? ¿No será que nos mandan castas y familias que solo buscan sus propios beneficios? ¿No será que están sujetos a enormes y miserables intereses financieros y empresariales? ¿No será que realmente mandan “los hombres detrás de la cortina” y los que dan la cara son unas meras marionetas? ¿O realmente gobiernan tan mal como para que vaya como nos va? ¿Por qué siguen ahí, entonces? ¿Por qué PP y PSOE mandan cuando hemos llegado a esta mierda de situación? ¿Por qué hasta mi sobrino de 4 años es capaz de ver que los jefes y los intereses de ambos partidos son LOS MISMOS? ¿No somos capaces de ver que hay a quien le beneficia esto? ¿CÓMO ES POSIBLE QUE LO PERMITAMOS ALEGREMENTE?

Yo pienso que nos han imbecilizado hasta tal extremo, tenemos tan interiorizado que no podemos cambiar nada por nosotros mismos, que ni nos planteamos intentarlo… ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir? ¿Hasta dónde vamos a dejarles llegar? Este sistema está muerto y debería estar enterrado. Pero aquí sigue. El rico cada vez es más rico, el pobre más miserable. Pero somos más, más feos y estamos más cabreados. Cuando tensas algo hasta el extremo, al final se rompe, todo tiene un límite… ¿Piensan tensar al máximo? JA! Que lo hagan… tengo una noticia para ellos… se tomó la Bastilla, rodaron cabezas, corrió la sangre, cayeron los grandes y los poderosos… ahora estamos en otra época, las cosas han cambiado mucho y costará mucho más, pero la historia es cíclica y los que olvidan, están condenados a cometer los mismos errores… que rompan la cuerda, que correrá la sangre… sangraremos más nosotros, pero caerán ellos.

El domingo a la calle, deberíamos ir todos, que se caguen, que sepan que estamos cabreados, que no les tenemos miedo, que estamos a puntito de estallar… y que somos muuuchos más… o hay un poco para todos o mucho para nadie… IRA Y FUEGO.